martes, 14 de julio de 2009

ENFRENTANDO AL DESTINO






Ya sonó la campana,

me levanto temblando

con las cejas abiertas

y los ojos en blanco.

Lo presiento acercarse

pero ya no le veo

es tan solo una sombra

que se me mueve a lo lejos.

Y de pronto aparece

como un mosntruo acerado

y descarga su puño

como un mazo en mi pecho,

luego suelta otro gancho

que me lanza a la lona,

una piedra de fuego

estallando en mi cara.

Y me doy media vuelta

ya no puedo hacer nada

mientras muerdo las cuerdas

de dolor y de rabia.

Pero entonces le veo

la sonrisa canalla

el desprecio en los ojos

y el rencor en el alma.

Me levanto de un salto

y apretando los dientes

le destrozo la boca


con un golpe de muerte

le golpeo con saña

le pateo en el suelo

le machaco con odio

le reviento los huevos.

¡No seré más tu esparring

no te tengo ya miedo!

ahora sé que te puedo,

que no hay nada perdido

mientras tenga la vida,

mientras quede un suspiro.


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