viernes, 13 de mayo de 2011

EL AIRE QUE RESPIRO


Tengo el corazón en carne viva,
el alma desnuda y el cuerpo en pie de guerra.
 Tengo el sentimiento derramado,
 el pecho palpitante y los ojos hambrientos de tus ojos.

 Tengo las manos encrespadas
 de no poder acariciar tu cuerpo,
 de no poder viajar por tus paisajes,
 escalar tus colinas y hundirse en tus profundos manantiales.

 Tengo los labios cuarteados de no besar tus labios,
de no beber el agua de tu fuente,
 de no morder tus frutas maduradas
 al sol de mi deseo. 

Tengo los pies clavados en el suelo
 para no salir corriendo a rescatarte
 y perderme contigo en los infiernos
 de este amor que me quema y me desgarra
pero que es como el aire que respiro.

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