martes, 28 de septiembre de 2010

CORDÓN UMBILICAL

¡Ha llovido tanta nada!,
 tormentas de silencios
rayos de luz negra,
 nubarrones de fuego.

¡cuántas noches en blanco
cuantos días negros como el olvido!
pero yo no olvidaba,
el gusano de tu égida
horadaba mi corazón de manzana
se asomaba por mis ojos en llamas,
carcomia mi cerebro umbrío.

Pero nada es eterno
ni siquiera la pena,
cuando apenas quedaba
 un pellejo arrugado,
unos ojos perdidos en tus profundidades
se hizo la luz y renació la vida
y una mirada purificó mi alma,
 mamé la vida de unos pechos blancos
puros como el amor recién nacido
y me hice un niño de nuevo en su cintura.

Han pasado mil años pero aun conservo
el cordón umbilical  que a ella me ata.

JUANMAROMO

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