DIAS...

 Hay días en que vomito tu ausencia

y me aferro a tu cuerpo como un naufrago,

días en que la bilis me quema la garganta

y el estómago se gira como un guante agujereado,

días en que persigo hasta tu sombra,

días en que te veo marchar y desespero

como si fueras a surcar el infinito

y aguardo tu llegada como un perro 

lamiendo las huellas de tus pasos.

Hay días que me pierdo en tu regazo

y me hundo en tus pechos movedizos,

agonizo en el lecho de tu vientre

y muero en tu espumosa madreperla.

Hay noches en que ciego y desvalido

te busco y no te encuentro

y zozobro en las olas de tu lecho

braceando en los mares de tu cuerpo

esquivo y despiadado,

sin poder alcanzar la playa de tus brazos

el delta de tus muslos

el puerto de tus besos,

boqueando de amor fuera del agua

que mana de tus labios.

ENERGÍA

  

Energía soy yo

y la energía

no se puede crear ni destuir,

yo nací con el mundo

si del mundo,

tuvo un día comienzo el existir.

Siglo a siglo iré evolucionando

era a era, mi esencia mutará

y otra vez volveré, 

como al principio

a girar en el ciclo universal.

Cuanto a cuanto, 

mi cuerpo fue creado

soplo a soplo, 

mi alma volverá

a flotar en el cósmico periplo,

vida, muerte, deceso, eternidad,

a buscarse, a encontrarse, a perdonarse,

un romero en pos de la verdad.

PLEGARIA ANTE EL ESPEJO

Dame libertad para realizarme,

fuerza para defenderme,

justicia para juzgarme y amor para trascender.

Sabiduria para elegir, valor para negarme,

templanza para empuñar las riendas

y paz para descansar.

Dame ternura para sembrar,

fortaleza para cosechar,

piedad para repartrir

y fe para persistir.

Te lo suplico ante el espejo incendiado por el sol de madrugada,

porque tu eres mi cruz y mi cara,

porque me has negado tres veces,

porque a veces te escondes en las sombras

a pesar de que te debo y me debes la vida,

porque solo tu me puedes dar cuanto te pido.

Eres todo lo que tengo y soy todo lo que tienes,

amamos a la misma mujer

y compartimos el mismo lecho,

los mismos recuerdos y los mismos miedos,

no te escondas cuando te llamo,

no me niegues cuando te necesito.

Un día serás tu quien llame a mi puerta

y quizás ese día yo haya hecho el atillo

y te haya dejado mi herencia

para no mirarte nunca mas a la cara,

para no soportar tus silencios,

para no contemplar con impotencia,

como envejeces, como me haces viejo.

LAS CLOACAS DEL OLVIDO

  

Llega un momento en que el cielo nos ahoga,
el cuerpo no responde, la mente se emborrona
y el corazón se desboca buscando escapatoria.
No es un cansancio al uso, es un cansancio vital
que te arrastra a las cascadas de la vida,
a un mar desconocido
que te espera rugiendo entre las rocas

Y pides ayuda pero nadie escucha,
algún paseante te saluda creyendo que bromeas,
mas la corriente hierve
y no encuentras nadie a quien asirte.

De noche los ojos se desvelan,
de día, no consigues despertarlos,
tu mente es un tétrico cadalso
en el que tu eres el reo y el verdugo.

Mientras intento escribir este poema,
la pantalla devuelve en blanco y negro
una sombría escena,
un espectro en busca de un abrazo
aullando entre las sombras,
     busco tus manos, pero no hay otras manos
         que las que tiemblan flotando en el teclado.

Y salto al burladero de una barra
y me escondo tras jarras de cerveza
a la espera de una mirada tierna
de un abrazo, de besos redentores,
pero el tiempo se arrastra y nos arrastra
a las negras cloacas del olvido
donde chillan las ratas, donde  pierdo
tus recuerdos, tus besos y los míos.

EL CARRO DE LA HISTORIA

¡Tanto luchar para morirte solo,

para ver desfilar los ideales

en el fúnebre carro de la historia

y escuchar las cornetas y timbales

celebrar marcialmente la victoria!

Tanto sembrar y regar y arrancar hierbas,

para ver a las huestes del sistema

incendiar nuestros campos, nuestras casas

y cubrir de salitre nuestras tierras.

Tanto esperar la llegada de la aurora

para ver como ruge la pedriza,

como el cielo revienta en mil pedazos

y la riada arrasa las cosechas.

¡Toma la hoz, la navaja y la guadaña!

Empuña el hacha, la horca y planta cara.

Defiende el pan de tus hijos, su mañana,

tu libertad, tu futuro, tu esperanza,

tu dignidad, tu fe, tus ilusiones...

¡Clávales los arreos en la espalda!

LAS ALAS DE PEGASO

 A veces me dan ganas,
de quitarle el tapón al sumidero
de perderme en el agujero negro
de la vida, la muerte y el deseo

A veces me dan ganas,
de regresar al útero materno
y volver a nacer, nacer de nuevo
y elegir el camino con mas tiento.

A veces me dan ganas,
de calzarme las alas de pegaso
y llevarte a mi grupa hacia otro mundo
donde no haya dolor ni sufrimiento.

Donde el amor sea el pan de cada dia
donde los cielos no lleven al infierno,
donde solos tu y yo, seamos uno,
donde no haya mas dios que el universo
donde el tiempo no tenga ya medidas
donde borrar el ayer de un solo beso.

FRACASO

 No fracasé en esa valla derribada,

no fracasé en esa pértiga partida,

no fracasé "tumbao" sobre la lona,

no fracasé muriendo en la bastilla.

Fue mi fracaso tenerle miedo al miedo,

fue mi fracaso quedarme en la salida,

fue mi fracaso tirar de la toalla,

fue mi fracaso sumarme a la estampida.

No te equivocas cuando en la suerte yerras,

no te equivocas si el canto desafina,

no te equivocas cuando la muerte sopla

y largas vela sumido en la neblina.

Sólo fracasas en cuanto no lo intentas,

cuando te quedas temblando en la sentina

cuando te vendes a la mejor oferta,

cuando te dejas llevar por la deriva,

cuando renuncias a aquello en lo que crees.

cuando te escondes al reto de la vida.

EL DOLOR MAS FIERO