viernes, 30 de septiembre de 2011

EL NUDO DE MIS PIERNAS


Te he llegado a querer como jamás soñara
te he llegado a soñar como jamás quisiera,
formo parte de ti como la hiedra
como el musgo que arraiga entre las piedras
como la espuma que hierve en las mareas.
como el rocío que da luz a la hierva.
Te he llegado a querer con tal ceguera
que no veo si no es viendo tus ojos
que no escucho más son que tus gemidos
que no quiero más pan que el de tu cuerpo
y me muero de sed cuando no tengo
tu magnolia al alcance de mis besos.
Te he llegado a querer con tal locura
que no puedo dormir si no me siento
amarrado en el nudo de tus piernas,
si no siento el efluvio de tus pechos,
si no muero de amor entre tus simas
con la espada fundida en tu caldero.
Juanmaromo

viernes, 9 de septiembre de 2011

EL BAUTISMO DE TUS AGUAS




Cuando escucho tu aullido desafiar mil lunas,
cuando siento tu cuerpo tensarse cual ballesta
y disparar su flecha al infinito,
creo que he nacido para amarte,
que todo el camino recorrido
era el sendero para llegar a ti
y arder unidos como dos cirios
en una sola llama
.
Cuando mi lengua barre tus veredas,
cuando mis manos templan tus colinas,
me siento peregrino buscando a dios,
entregado al bautismo de tus aguas de vida.

Quiero morder tu colmena hasta exprimirla
y regalarme sus mieles y jaleas
hasta libar de tu pistilo esas gotas de divina ambrosia
que dios solo concede a los infieles. 

Quiero deshojar tu margarita,
lamer tu corola, morder tus racimos,
acariciar tu lirio, dejarme engullir por tu dionaea
y desangrar mi amor entre tus simas abisales,
verter en tu sangre el legado de amor que día a día
la vida me regala para que lo haga tuyo.

JUANMAROMO

jueves, 1 de septiembre de 2011

LA MORADA DE EROS

  

Se hizo el silencio y se adueñó de todo
no se escuchaban siquiera los suspiros
tu cuerpo levitaba entre mis brazos
tu alma se elevaba al infinito.

Desplegaste las alas, y en un soplo
planeaste por todo el universo,
el espacio y el tiempo enmudecieron
admirando tu vuelo boquiabiertos.

Me asomé a las ventanas de tus ojos
y era dios quien por ellas me miraba,
el amor infinito que tu alma
con su manto de estrellas me alumbraba.

Y sentí que escapabas de este mundo
más allá de planetas y galaxias
hacia un éxtasis de puro amor y fuego
donde Eros oculta su morada.

Juanmaromo