Estoy
tejiendo tus cabellos con mis manos,
bebiendo
de tu boca hasta el último sorbo,
sintiendo
tus senos en mi pecho
y tus muslos enredarse entre los míos.
Estoy
sintiendo tus fresones,
dulces, maduros
y erectos
deshacerse en mis labios
y mis
dedos explorar tu espesura
húmeda y candente.
Mi lengua
te recorre poro a poro,
recreándose
en cada valle,
en cada
colina, en cada mata,
buscando
la fuente de la vida.
Por fin
llega a tu monte encantado
y se
derrama en el lago de fuego,
allí se
pierde, se funde y burbujea
con tus
labios ardientes,
el magma
hierve a borbotones
y nuestras
simas tiemblan de deseo
mientras
pierdo mi rumbo en tu cintura.
Tu alcancía
me aferra y me succiona
hasta abducirme
el alma,
me
embriago del fruto de tus senos
y
estallan nuestras auras
De repente, el big bang nos arrebata
y una ola gigante nos arrastra,
tu alarido
se funde con el mío
y
ascienden al Olimpo en una tromba.
Siento la
última gota de mi sangre
vaciarse en la tuya
y el universo
descarga en mis sentidos
una
cósmica lluvia
Te amo,
te deseo,
necesito
olerte, tocarte, succionarte,
perderme en tus abismos
hasta nacer de nuevo en tu corola,
necesito ahogarme en tus gemidos,
fenecer en tus aguas,
sentir tu orgasmo primigenio
derramarse en mi boca.
Necesito morir entre tus brazos
y renacer de nuevo entre tus pechos,
para sumirnos una y mis veces
en la pequeña muerte compartida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario