Hombre de Dios, poeta peregrino,
firme y valiente, guerrero y luchador,
no te agachaste jamás ante el castigo
plantando cara a la muerte y al dolor.
Tu poesía es tu ejemplo, tu evangelio,
tu vía crucis, la senda a proseguir,
Jesús te hubiera abrazado como hermano
ya tiene un puesto guardado para ti.
No te calló ni Somoza ni ahora Orega
ni el mismo Papa te pudo enmudecer,
liberador de la América latina,
líder, profeta de un nuevo amanecer.
Hoy te ha llamado el señor a su costado
Y el firmamento tiene un lucero más,
tu poesía será nuestra galaxia
donde buscarte, leerte y meditar,
donde librarnos del tiempo y el espacio,
donde buscar el camino a la verdad,
donde encontrar a ese Dios que te ilumina
y acompañarte hacia la eternidad.
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