miércoles, 29 de junio de 2022

PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estás en cada uno de nosotros,

santifica nuestro corazón

para que conserve por siempre su pureza,

tráenos tu reino de amor y de justicia

y que tu voluntad no se vea falseada

por quienes hablan en tu nombre

 

El pan nuestro de cada día

repártelo entre todos

los que sufren hambre y sed de justicia,

perdona nuestras debilidades

y danos la fuerza para perdonar

las de nuestros semejantes,

no nos dejes caer en la tentación

de pagar el odio con el odio

ni el mal con el mal.

 

Pero líbranos señor y para siempre

de aquellos que en tu propia casa

corrompen la belleza, profanan la inocencia

y todo lo ensucian con su mirada venenosa

sus manos sacrílegas y sus palabras infectas,

 

de aquellos que prostituyen tu legado

y vuelven a crucificarte en cada niño

en cada maltrato, en cada abuso

extermínalos de la faz de la tierra

para que tu casa vuelva a ser la casa de Dios

y no un prostíbulo sangriento...

¡Que así sea!

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