La pluma se me escapa de las manos,
la cuartilla se arruga sin cesar,
las musas se han declarado en huelga,
el cielo es una sombra y un erial.
Hace tiempo que escarbo entre la arena,
hace siglos que el pozo se agotó,
el pozal baja al fondo y solo hay fango
y las ratas escarban con furor.
la cuartilla se arruga sin cesar,
las musas se han declarado en huelga,
el cielo es una sombra y un erial.
Hace tiempo que escarbo entre la arena,
hace siglos que el pozo se agotó,
el pozal baja al fondo y solo hay fango
y las ratas escarban con furor.
Pincho un vinilo, me sirvo un whisky helado,
cierro los ojos e intento imaginar
un mundo nuevo, sin odios ni miserias
donde el amor no se pueda subastar,
donde la paz sea el pan de cada día,
donde los miedos no puedan arraigar
pero el disco crepita, está rallado,
el miedo aúlla detrás del ventanal,
el whisky abrasa, está ya caducado,
las pesadillas comienzan a asediar.
Pero “no pasarán”, cierro los ojos,
grito, canto, peleo con furor,
me sacudo los miedos y los hados
y me siento de nuevo ante el papel,
mojo la pluma en el mar de los recuerdos,
sueño un futuro en que resucitar,
cargo la pipa y lleno mis pulmones
de esperanzas, proyectos y de fe
Y la cuartilla recobra nueva vida
¡aún quedan fuerzas y amor para luchar!
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