miércoles, 28 de enero de 2009

El sol ha desertado,

la luna se ha fundido,

Las estrellas murieron ahogadas

En el mar de la nada.


El pasado se esfuma

en el túnel del tiempo,

y el futuro ruge agazapado

en la gruta del miedo.


La luz me ciega,

me ensordece el silencio

y la noche me atrae

a su eterno vacio.


Solo encuentro un oasis

en mi inmenso desierto,

donde brota el maná

entre la media luna de tus pechos,


donde me encojo hasta olvidarme

donde me niego hasta perderme

bebiendo de tu fuente,

mordiendo tu carne,

ardiendo en tu regazo

hasta fundirme

en la llama sagrada

de tu orgasmo


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