Han pasado los siglos
Desde aquella mirada
Que me unció de por vida
sin apenas palabras,
a tu noria fecunda
a tu yunta sagrada,
a la luz de tu fuerza
incendiando mi alma.
Desde aquella mirada
Que me unció de por vida
sin apenas palabras,
a tu noria fecunda
a tu yunta sagrada,
a la luz de tu fuerza
incendiando mi alma.
Ha pasado una vida
Y aunque mil más pasaran
seguiría gozando
ese cuerpo de grama
esos muslos de mármol
esos labios de grana,
ese pozo insondable
donde todo se acaba,
esos panes de leche
que sacian mis ansias,
esos tiernos capullos
que mis dedos amasan,
esa grácil cintura
que mis manos abrazan,
mientras bebo la sabia
de tu orgasmo de nata.
seguiría gozando
ese cuerpo de grama
esos muslos de mármol
esos labios de grana,
ese pozo insondable
donde todo se acaba,
esos panes de leche
que sacian mis ansias,
esos tiernos capullos
que mis dedos amasan,
esa grácil cintura
que mis manos abrazan,
mientras bebo la sabia
de tu orgasmo de nata.
2 comentarios:
Aquí y en donde estés seguiré deleitándome con tus poemas. Este es especial, es bello!!...Me encanta tu magia!! al trasmitir tu sentir. Me cautivas. Besos.
Genial Juanmaromo ... genial
Publicar un comentario