RESACAS

“Resacas” son rimas escritas después de un desengaño amoroso, de una ruptura, o como su nombre indica, tras una bacanal existencial entre ácidos, güisquises y Marias echas polvo.

Son despertares en un catre con alguien a quien ni reconoces o en un lecho vacío con las sábanas empapadas de lágrimas y semen, obsesionado por una música que eres incapaz de reconocer.

Salomón nos dejó sus Salmos, Bécquer sus rimas, yo os lego mis “Resacas” con el mensaje de que todo es pasajero y que hasta la tormenta más aterradora dará paso a una aurora luminosa.

Somos burbuja de pasado
que flotan en el aire
de un atardecer,
lluvia de estrellas encendidas
que estallan y se apagan
 al irlas a coger.
Somos reflejos de otras vidas
que yacen esparcidas,
flotando en el ayer,
sombras borrosas y apagadas
que mueren olvidadas
en un amanecer.

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Todo está claro,
tristemente claro
y sin embargo…
¡siempre hay algo más!
siempre un …¡acaso!
siempre hay un ¡pudiera..!
todo está claro
según tu cristal

Y sin embargo la vereda sigue,
sola vacía, pero sigue al fin
virgen de huellas
hueca, inexplorada,
¡siempre hay camino
para proseguir.!

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Hemos sido arrastrados por el viento
hemos sido arrancados de raíz
descastados del mundo, por un mundo
que ha perdido la esencia de vivir.

Hemos sido pisados por las masas
Y borrados del tiempo por un dios
que se esconde en mil mentes sin un alma
y que cierra los ojos al dolor

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Nuestro amor se ha cerrado 
como un libro
que no tiene ya nada que decir
yo no sé  si es que tú
lo has dicho todo
pero yo ¡tengo tanto que escribir!

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Los recuerdo son tristes,
vida mía.
Porque siempre nos dicen
que al final
todo aquello que estamos recordando
nunca ya volverá a pasar jamás.

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¿De que me sirve que todo acabe
Si con su paso, me voy también
Si en cada abrojo de mi camino
dejo sangrando la vida en él?

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Cuando el paso del tiempo haya borrado
la amargura que en mí dejó tu adios
es posible que vea, desolado
que la culpa fue, al cabo, de los dos
pero ahora, sin fe y desesperado
cuando veo tu rostro sonreír
no consigo evitar, nuestro pasado
tu recuerdo y tu nombre, maldecir.

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Tu lo sabes muy bien, el tiempo pasa
Y tras él al amor se va después
¡no me jures amar eternamente!
que el mañana se olvida del ayer.
Ámame con pasión, pero ahora mismo,
Tras la noche, un nuevo sol saldrá
Vive ahora mi amor y no preguntes
Si el cariño de hoy perdurará

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Si pudiera. llorar en cada gota
que el rocío salpica en mi jardín
no serían las lágrimas bastantes
para llorar lo que no pude llorar.
Si el silencio del cosmos fuera muerte
 Y borrara hasta el último confín
no sería bastante el universo
mara matar lo que no debí vivir

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Cuan errado pensé
Escribiendo un día
Que el amor no se puede terminar
no es eterno el amor 
no hay nada eterno
ni el amor, ni la fe ni la mistad.

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Llevo en mi alma una herida
que me duele sin dolor
me duele porque no duele
porque jamás me dolió
puedo llorar de amargura
puedo sufrir por amor
puedo sentirme hastiado
pero estar vacío ¡NO!

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Te quiero y sin embargo
a veces ni me importas,
a veces hasta incluso
quisiérate ignorar
me giran las ideas
en torno a la cabeza
como un caleidoscopio
de angustia y ansiedad.

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Cuando siento que el alma se agita
prendida del cuerpo
y que hierve en callados murmullos
de ira y de fuego
yo quisiera estallar en un verso
sin ritmo y sin rima,
resonando en el valle profundo
en que habita la vida.

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Siempre vagando en la penumbra,
ahogándome en la duda
que el tiempo nos creó
muertos que vagan en las sombras
de un mundo que ha forjado
su propia destrucción
siempre cumpliendo los dictados
de un sino despiadado
sin Dios ni compasión
presos de nuestra propia jaula
ahogados en las olas
del mar de la ambición

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Tu voz es como el aullido
que sopla   el viento al pasar,
llanto de otoño en las hojas
que voy pisando al andar.
Tus ojos son las estrellas
que en mi camino fatal
van dirigiendo esos pasos
que no debí nunca dar.
Pobres palabras que el tiempo
se encargará de arrastrar,
solo recuerdos amargos
de nuestro amor quedarán