La cuartilla me espera con los brazos abiertos
Con su pátina blanca, como un blanco desierto.
Pero yo sigo mudo, con la pluma sedienta
el tintero vacio y las manos en vela
Esperando la lluvia que sacie mi tierra,
que me limpie los ojos, que se lleve las penas.
Y la luz envejece y se torna apagada
Y la música huye y el silencio me aplasta
Y presiento las sombras acechándome el alma
Como buitres hambrientos esperando su paga
Afilando sus picos en mis rotas espaldas.
No seré presa fácil, aun me queda esperanza…
2 comentarios:
esa curtilla, y lo que en ella escribas, es el otro lado de la vida, el lado que guardamos celosamente, pero queremos compartir para que no muera.
Besos.
Las adversidades nos templan y moldean, como el fuego y los matillazos al acero, despúes del tratamiento somos mejores y más fuertes. Cuenta conmigo. Besos precioso.
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