martes, 14 de octubre de 2008





Noche divina que me trae tus besos
sembrándome la boca de luceros
tejiéndome la piel con tus caricias
curando mis heridas con tus dedos,

iluminando mi alma con tus ojos
acariciando el dolor hasta envolverlo
en la seda amorosa de tu cuerpo
y trocarlo en el fuego del deseo.

Noche de amor, ternuras compartidas
silencio intenso en que habla en corazón
y los susurros son ecos de tu aliento
que en mi boca resuenan con fervor

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