viernes, 22 de octubre de 2010

EN CAPILLA

Hoy necesito que me ames con los poros abiertos
que me abraces hasta fundirme contigo
hasta que mis costillas se claven en tu pecho
y tu corazón estalle junto al mío.
Hoy necesito que me quieras como se quiere a un niño
que me beses los ojos, que acaricies mis manos como si fueran seda
que bautices tu alma en el agua de mis lágrimas,
que me mires con el cariño inmenso con que un día lo hiciste.
Hoy necesito escapar de mi misma
guarecerme en tu amor como el refugio último,
velar en la capilla de tus piernas de roble
las armas de mi deseo templadas por la sangre y el fuego,
que susurres a mi oído tus cálidas mentiras
que me engañen tus manos inventando caricias
y tus besos rastreen la pista de mis fuentes sin hollarlas.
Hoy necesito amarte más que nunca
antes de pedirte que te vayas por siempre,
para guardar una prenda de lo que un día fuiste,
por esos años en que acaso me amaste con locura.
Apaga las luces y rodemos tiempo abajo
hasta estrellarnos contra los fríos glaciares del olvido.
SHEMIRRAMIS

2 comentarios:

Patricia Lara Pachón dijo...

Creo que todos los días necesitamos esas cosas. Me encantó tu poema.

Unknown dijo...

Ojalá fuese siempre así.
Bicos.