viernes, 22 de octubre de 2010

LA CRESTA DE TU CALAVERA

Mírame a la cara,
no bajes los ojos
no muevas el rabo,
como un perro bobo.
¿No eras tú tan hombre?
¿no eras tú tan macho?
saca ahora los huevos
de que te has jactado
y deja los llantos,
que yo ya he llorado
hasta quedar seca
hasta quedar yerta
hasta llorar sangre
llamando a tu puerta.
¡Vete con tus zorras
de rabos dorados!
con tus amigotes
de noches en blanco.
esnifando mierda
fornicando a cuatro
quemando el dinero
en tu altar profano.
Ahora ya no importas
ya te has pateado
la salud, la vida
y el último ochavo.
Ahora no eres nadie
ahora yo te digo
¡Mírate al espejo!
como tú me has dicho
las mil y una noche
que espere tus pasos
sonar vacilantes
en nuestro rellano.
¿no ves las arrugas?
¿no ves las ojeras?
y esos cuatro pelos
podridos y ralos
que adornan la cresta
de tu calavera?
SHEMIRRAMIS

No hay comentarios: