martes, 28 de mayo de 2019

HECATOMBE



Hace siglos que se acabaron las pilas,
me muevo por inercia,
capeando temporales,
atravesando desiertos,
dejándome arrastrar por la corriente.

A veces me despierto ciego
 si es que acaso he conseguido dormir
 y me dirijo a tientas a tomar una ducha helada 
que me devuelva un poco de cordura,
pero hoy, tampoco hay agua. 

Me siento en el portal esperando un milagro, 

pero ni el sol me ilumina ni la lluvia me bendice,
 solo la niebla parece acariciar mi soledad 
mientras las sombras se ríen de mi sombra.

Me he mirado al espejo pero sin gafas,
 apenas veo ecos de mi mismo, 
caricaturas absurdas que ríen y lloran
que gimen o amenazan… pero ya no las temo. 

Salgo a la calle
y me uno a la corriente de zombis tenebrosos 
que se hunden en las catacumbas del metro 
atrapados en su propia pesadilla
y me sumo al ritual silencioso y pagano 
del Iphone como libro sagrado,
arrastrando mi soledad
por los túneles del tiempo. 

Celebro la liturgia rutinaria,
sacrifico mis cien víctimas
rindiendo culto a los dioses,
esperando que la muerte
no sea demasiado lenta
ni demasiado cruel

 y regreso a la caverna
 para hibernar de nuevo
 hasta alcanzar ese mañana que nunca llega,
 ese mañana que un día dejé escapar
 y se ha perdido para siempre.




No hay comentarios: