Los políticos nos estafan,
los
bancos nos roban,
el capital nos explota,
la
prensa nos engaña.
La televisión nos embrutece,
las
farmacéuticas nos enferman,
las
químicas nos envenenan,
las
telecos nos irradian .
La
policía nos reprime,
los
jueces nos condenan,
la justicia nos vende,
las banderas nos amortajan.
El dinero nos corroe,
los sindicatos nos venden
las mafias nos esclavizan
y la historia nos embauca.
Contra esta jauría rabiosa
de nada
vale esconderse,
rogar o intentar la fuga,
solo cabe cerrar filas,
blandir las armas del voto,
la
protesta y la huelga indefinida.
Tomar las calles
dispuestos a acabar con la barbarie,
la iniquidad la maldad y el latrocinio,
empuñar las hoces
y exterminar de la tierra la cizaña.
Y no envainar las armas
hasta enterrarlos en
la noche de los tiempos,
hasta borrarlos del mapa de la vida
¡Se está librando la última batalla!
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