Me
diste a luz un triste y frio Enero
Después
de un negro y largo anochecer
yo no
era yo y el mundo no era nada
fuiste
el mañana en medio del ayer
De ti aprendí
que Dios es todo nuestro
Crecí a
tu lado y me hice un hombre en ti
Aprendí
a amar prendido de tus brazos
mi tiempo
empieza brotando en tu confín
Fue largo
el cauce y fiera la corriente
El vendaval,
negábase a amainar
No hay
nada en mí, que en ti no esté presente
Un rio
soy naciendo de tu mar
Y
cuando el sol incendie el horizonte
Y nos
eleve hacia la eternidad
Seremos
lluvia sobre la tierra ardiente
Para brotar
en un nuevo manantial
Donde mis
hijos, tus hijos, nuestros nietos
Puedan vivir
en las aguas de tu paz
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