Que
quieres que yo te diga
si ya
no sé qué decir
si no
me queda esperanza,
si me
duele hasta vivir,
si
tengo el alma hecha un nudo
y el
corazón hecho un puño,
si me
escondo de mí mismo,
si
tengo miedo al futuro,
si no
me miro al espejo
porque
no me reconozco.
Intento
escribir y siento
que ya
no hay tinta en mi cuenco
¡se me
ha secado la pluma
y la
cuartilla está en blanco!
no
quiero leer la prensa
ni ver
los telediarios,
tomo
asiento en mi butaca
pincho
un vinilo y me lanzo
a
viajar a ese otro tiempo
en que
aun tenía esperanza
en que
sentí la utopía
al
alcance de la mano
en que
aún había un futuro
brillando
en el calendario.
Pero
no quiero rendirme
no voy
a ser presa fácil
escucho
a Dylan buscando
las
respuestas en el viento,
cantando
a cantos rodados
que se
pierden rio abajo
mientras
Joan Baez me abraza
y me
da un beso en los labios.
Me
levanto del asiento
apuro
el whisky de un trago
y bajo
por la escalera
cantando
a grito pelado
“Satisfaction”
de los Rollings;
salteando
los peldaños,
salgo
a la calle, es de noche
pero
yo sigo lanzado
bailando
bajo la lluvia
soñando
que estoy soñando,
me
junto con los colegas
y
entre cubatas y porros
arreglaremos
el mundo
y
barreremos las calles
de
políticos corruptos
de
banqueros chupa sangre,
pero
el tarro de da vueltas
y no
paro de ir al baño
mañana
será otro día
este
ya no tiene apaño.
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