jueves, 9 de octubre de 2008


Aun te sigo queriendo como antes
a pesar del silencio que me asfixia
a pesar del dolor que me atenaza,
de la helada tiniebla que transpiras

Aun me quedo prendido en tu ventana
aunque siempre la luz esté apagada
y me siento a esperar junto a tu puerta
como un perro sin dueño ni esperanza

se que no volverás, que nuestra casa
se ha quedado vacía y encerrada
en las cuatro paredes del olvido
desde que te marchaste una mañana

pero llevo conmigo tu perfume
la dulzura sin fin de tu mirada
tus palabras cargadas de ternura
el calor de tus manos tan amadas

y esa piel que que le dio vida a ni vida
y esa luz que encendías en mi alma
cada vez que besándome los ojos
me entregabas tu amor de madrugada.

1 comentario:

alondra dijo...

cuando no hay palabras.
Un beso.