No te hundas, mujer, que no estás sola
que seré yo tus brazos y tus piernas
que seré el resplandor de tu mirada
el calor que la vida te devuelva.
Planta cara al dolor, que estoy contigo
apretando tu mano entre las mías
absorbiendo en mis besos tu veneno
infundiendo mi luz y mi energía.
Ilumina ese rostro con tu risa
que te voy a contar chistes y bromas
que te voy a envolver con las cosquillas
de mi lengua traviesa y mentirosa.
Que te voy a tejer una mochila
trenzadita de besos y caricias
pa llevarte conmigo a todas partes
engarzada en mi pecho que suspira
por beber de tu aliento perfumado
y gozar del sabor de tus mejillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario