Tal vez no te lo he dicho,
o tal vez no me acuerdo
de tanto repetirlo.
Quizás se me ha olvidado
o lo que es más probable
no te lo dije nunca.
Pero desde hace un tiempo
me quema en la garganta
como una enredadera
de hiedra venenosa.
Me tiemblan las palabras
y se me caen las manos
los ojos se me apagan
al roce de los años.
El trago ha sido duro
y el trecho ha sido largo
y ya solo quedamos
las sombras del pasado.
Ayer dijiste ¡Basta!
y te arrojaste al suelo
y me dejaste solo
lamiendo los recuerdos.
Ahora que te marchas
hacia el refugio eterno
ahora que me huyes
ahora que te pierdo,
quisiera repetirte
lo mucho que te quiero,
que siempre te he querido
que fustes tu mi sueño,
mi despertar gozoso
y el agua de mi huerto.
Quizás no te lo he dicho
o tal vez no me acuerdo,
de tanto repetirlo
quizás se me ha olvidado,
pero mañana mismo
me beberé de un trago
los miedos y las dudas
las sombras y los hados
y como un peregrino
regresaré a tu lado.
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