La vida en este mundo
es un viaje en patera,
un viaje de la nada
hacia la eternidad
buscando entre la niebla
la tierra prometida,
un paraíso incierto
en donde fondear.
Las olas nos azotan,
los vientos nos desgarran,
los truenos amenazan
con su tremenda voz,
los rayos nos abrasan
con sus flechas de fuego,
la furia con que ataca
el mismo Poseidón.
Hay que achicar el agua
y remendar las velas,
asegurar el rumbo
atándose al timón,
buscar en las estrellas
el mapa de la vida,
remar aunque las manos
ya sean un muñón.
Pero un día la aurora
alumbrará la playa
y una corriente suave
la barca empujará
hacia la blanca arena
que alfombra la bahía,
al puerto luminoso
donde desenbarcar
para seguir la ruta
hacia la vida eterna
buscando un horizonte
de paz y de hermandad.
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